La adopción de la inteligencia artificial (IA) por parte de la Hacienda para informar a los contribuyentes y prevenir el fraude fiscal es un tema de gran relevancia y actualidad. La IA ofrece un potencial significativo para mejorar la eficiencia y efectividad de las administraciones tributarias, permitiendo un análisis más profundo y amplio de los datos disponibles. Sin embargo, esta tecnología también plantea importantes desafíos en términos de privacidad y protección de datos, especialmente en relación con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea.
El RGPD establece un marco legal sólido para la protección de datos personales, exigiendo que cualquier tratamiento de estos datos sea legítimo, justo y transparente. En el contexto de la Hacienda y su uso de la IA, esto significa que debe haber una base legal clara para el procesamiento de datos personales, que los contribuyentes deben ser informados adecuadamente sobre cómo se utilizan sus datos y que se deben implementar medidas adecuadas para proteger esos datos contra el acceso no autorizado o el uso indebido.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha publicado guías y documentos que abordan la adecuación de los tratamientos que incorporan IA al RGPD. Estos documentos son una herramienta valiosa para las entidades que buscan implementar soluciones de IA, ya que proporcionan claridad sobre las expectativas regulatorias y ofrecen orientación sobre cómo garantizar que el uso de la IA se alinee con los principios de protección de datos.
Uno de los principales puntos de discusión es la transparencia en el uso de la IA por parte de la Hacienda. La sentencia del Tribunal Supremo del 1 de octubre de 2020, enfatiza la importancia de la transparencia en el tratamiento de datos del contribuyente, especialmente en lo que respecta a inspecciones y sanciones. Esto resalta la necesidad de que la Hacienda no solo cumpla con el RGPD, sino que también opere de manera que mantenga la confianza del público.
Además, la gestión de riesgos asociados con el tratamiento de datos personales es un aspecto crítico. La IA, especialmente cuando se utiliza para el análisis de big data, puede identificar patrones y tendencias que no son evidentes para el análisis humano. Sin embargo, esto también puede llevar a conclusiones erróneas o sesgadas si los datos no son exactos o si los algoritmos no están bien diseñados. Por lo tanto, la evaluación de impacto y el análisis de la proporcionalidad del tratamiento son pasos esenciales para mitigar los riesgos para los derechos y libertades de los individuos.
El uso de la IA por parte de la Hacienda para el control del contribuyente y la prevención del fraude fiscal es un ejemplo de cómo la tecnología puede ser una herramienta poderosa para el bien público. No obstante, es fundamental que este uso se realice de manera responsable y en conformidad con las leyes de protección de datos. Solo así se puede asegurar que los beneficios de la IA se aprovechen plenamente sin comprometer los derechos fundamentales de los ciudadanos.
En conclusión, la adopción de la IA por parte de la Hacienda representa un avance significativo en la lucha contra el fraude fiscal y la mejora de la comunicación con los contribuyentes. Sin embargo, es imperativo que se respeten y protejan los derechos de privacidad y protección de datos de los individuos, conforme a lo establecido por el RGPD. La transparencia, la evaluación de impacto y la adecuada gestión de riesgos son elementos clave para lograr un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de datos personales.